Mordaza de caliper

Una mordaza de caliper (o caliper de freno) es el componente clave del sistema de frenos de disco de un vehículo, cuya función es albergar los pistones y las pastillas de freno para que, al presionar el pedal del freno, se generen la presión y la fricción necesarias contra el disco de freno, logrando que el vehículo se detenga.

La vida útil de una mordaza de freno no tiene un número de kilómetros fijo, sino que depende de factores como el estilo de manejo y las condiciones del vehículo, aunque un mantenimiento adecuado puede prolongarla más allá de los 100,000 kilómetros.

El mantenimiento preventivo de una mordaza de frenos incluye limpiar y lubricar los pasadores guía, revisar el estado de los pistones y sellos, limpiar el soporte de la mordaza, y lubricar las áreas de contacto de las pastillas para asegurar un correcto deslizamiento y evitar que las piezas se atoren o se corroan. Se debe hacer al menos una vez al año o al cambiar las pastillas de freno, usando lubricante de silicona y evitando solventes corrosivos para no dañar las piezas de caucho.

Si una mordaza de freno se rompe o está defectuosa, puede causar una frenada irregular y desigual, lo que resulta en que el vehículo se desvíe hacia un lado. Otros síntomas incluyen ruidos al frenar, pérdida de eficacia en el frenado, pedal esponjoso, e incluso olores a quemado y, en el peor de los casos, una falla total del sistema. No es seguro conducir un vehículo con una mordaza de freno rota o dañada, y se debe reparar de inmediato para evitar accidentes y daños mayores.

Las piezas más sensibles al desgaste en una mordaza de freno son los pistones, los sellos o gomas de los pistones, y los Pernos o guías. El pistón puede desgastarse o pegarse, y los sellos pueden deteriorarse por la humedad, causando fugas de líquido de frenos. Los pernos también pueden adherirse debido a la falta de lubricación, lo que impide el movimiento adecuado de la mordaza.

Para prolongar el desgaste de las mordazas, conduce con suavidad, evita frenadas bruscas y mantén una distancia prudente con otros vehículos. Es crucial realizar un mantenimiento preventivo, limpiando el óxido de los pernos guía y los soportes de la mordaza, lubricando

las guías con grasa de silicona y reemplazando los guardapolvos y ligas en cada cambio de pastillas. Presta atención a las señales de desgaste y no sobrecargues el vehículo.

Mantenimiento y Limpieza

  • Lubrica los puntos de fricción:
    Después de cada cambio de pastillas, es recomendable limpiar los pernos guía y los soportes de la mordaza, eliminando el óxido y aplicando grasa de silicona especial para altas temperaturas.
  • Reemplaza las partes de caucho:
    Cambia los guardapolvos y las ligas del kit de mordaza para evitar que la tierra y el barro entren y obstruyan el sistema, causando que los pistones se peguen y las pastillas se desgasten prematuramente.
  • Limpia los componentes:
    Usa un cepillo metálico para eliminar el óxido de las guías y los soportes. También puedes aplicar un limpiador multipropósito para no dañar las partes de caucho.
  • Revisa los pistones:
    Asegúrate de que el pistón se desplace libremente. Si está picado o dañado, deberá ser reemplazado.

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