Tambor de freno

Un tambor de freno es un componente giratorio de un sistema de frenos que se encuentra en el interior de la rueda de un vehículo, y su función es generar fricción para disminuir la velocidad y detener el automóvil. Al pisar el pedal de freno, las zapatas (o balatas) que están dentro del tambor se expanden para hacer contacto con su superficie interior, creando así la resistencia necesaria para desacelerar.

La vida útil de un tambor de freno varía significativamente, pero generalmente se estima entre 80,000 y 140,000 kilómetros o más, aunque puede ser más corta (hasta 40,000-60,000 km). Factores como el estilo de conducción, la frecuencia de uso, las condiciones del camino y el mantenimiento adecuado influyen en esta duración, ya que los tambores son susceptibles al desgaste, la corrosión y las deformaciones con el tiempo.

Un tambor de frenos se puede tornar o rectificar un número limitado de veces, no un número fijo, ya que depende del espesor mínimo especificado por el fabricante. Cada vez que se torna, se pierde material, lo que reduce la masa y la capacidad de disipar calor del tambor. La rectificación es posible siempre que el diámetro del tambor no supere el límite máximo permitido, ya que, si se supera, la pieza se debilita y se vuelve insegura, pudiendo provocar fatiga del material y un frenado deficiente.

Si un tambor de freno se rompe o está agrietado, el rendimiento de los frenos se verá gravemente comprometido, lo que puede llevar a una pérdida total de la capacidad de frenado, causando un mayor riesgo de accidentes. Los síntomas de un tambor defectuoso incluyen ruidos, un pedal de freno «esponjoso» y una menor capacidad para detener el vehículo, por lo que es crucial reemplazarlo lo antes posible para evitar fallos en la carretera.

Debes reemplazar un tambor de freno si escuchas ruidos extraños al frenar, el pedal del freno se siente vibratorio o pulsátil, el vehículo se desvía al frenar, o si el freno de mano se siente flojo o ineficaz. Además, es necesario un reemplazo si los tambores presentan ranuras profundas, picaduras, se ven deformados, tienen cambios de color (azul) por sobrecalentamiento, o si hay fugas de líquido de frenos en las ruedas. Para confirmar si el tambor es seguro y está dentro de las tolerancias, debe ser inspeccionado y medido por un profesional usando un calibrador.

La función principal del tambor de freno es actuar como superficie de fricción que, al ser presionada por las zapatas, desacelera y detiene la rueda del vehículo. Además de ser el componente central para la generación de fricción, el tambor también juega un papel importante en la absorción y disipación del calor generado durante el frenado.

Cómo funciona:

  1. Gira con la rueda:
    El tambor está montado en la rueda y gira junto con ella.
  2. Generación de fricción:
    Al pisar el pedal de freno, el sistema hidráulico mueve las zapatas, las cuales presionan contra la superficie interna del tambor giratorio.
  3. Desaceleración:
    La fricción entre las zapatas y el tambor reduce la rotación de la rueda, lo que ralentiza o detiene el movimiento del vehículo.
  4. Disipación de calor:
    El diseño del tambor permite que el calor generado se disipe, lo que ayuda a prevenir la pérdida de eficacia del freno (conocida como «desvanecimiento» o «fading»).  En resumen, el tambor es la pieza giratoria que proporciona la superficie necesaria para que la fricción de las zapatas detenga la rueda, convirtiendo la energía cinética del movimiento en energía térmica y disipando ese calor para mantener la efectividad del frenado.

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